-UN DETALLADO EXAMEN A UN SPACE SHOOTER TAN SIMPLE COMO ADICTIVO-
“¡Madreeeee! esto ya sí que es la gota que colma el vaso. Tú, que siempre has estado criticando de lo lindo los juegos para móviles, al final te pones a analizar uno en tu asqueroso blog. Eres un falso, un vendido y lo más hipócrita que me he echado a la cara nunca. Ojalá te cierren la web, comemierdas”. Es posible que ésta sea la opinión que te formes cuando te encuentres este post. A ver, no negaré que llevas tu parte de razón (sobre todo en los insultos hacia mi persona) pero déjame explicarme.
Si bien es cierto que en mis redes sociales y en el podcast siempre me he despachado bien a gusto con los juegos de móvil (la mayoría suelen ser auténticas porquerías hechas para sacar el dinero a los niños) existen notables excepciones, lo malo es que hay que rebuscar mucho entre la basura en esas junglas que son Google Play Store o Apple Store. Arcadium es una de esas excepciones, y es por eso que le estoy dedicando un empepianálisis, nada menos.
Este juego me ha sorprendido sobremanera por su estilo 100% minimalista, su jugabilidad a prueba de bombas, su alto nivel de adictividad, su excelente apartado sonoro y sobre todo por el amor a los shooters espaciales de los 80 que desprende por todos sus píxeles. ¿Y si te digo que todo esto está creado por una sola persona, cómo te quedas?
A día de hoy es muy común que una sola persona pueda programar un videojuego, especialmente para móviles, pero pocas veces una sola persona consigue un producto tan cuidado como Arcadium.
En efecto, el juego del que hablo en este post es obra de un muchacho italiano, llamado Luciano Bercini, más conocido como ihgyug en Twitter. Tiene un par de juegos más, muy apañados, todos para dispositivos móviles y totalmente gratuitos, pero Arcadium es el que realmente me ha atrapado sin remedio. Así que no me enrollo más y empiezo a empepianalizar este videojuego.
LLEGARON DESDE EL ESPACIO EXTERIOR
Bien, ahora tocaría comenzar a hablar del argumento que rodea a este videojuego, pero… ¡es que no tiene! Ni siquiera una línea de texto. Te dan una nave espacial, te sueltan en mitad del espacio y hala, a reventar marcianitos y asteroides. ¿Acaso necesita algo más el ser humano para alcanzar la felicidad absoluta?
Lo realmente llamativo de este hecho es que vale, Arcadium no tiene ninguna trama, pero es que tampoco la necesita. Es un juego puramente arcade, en el que no necesitas saber nada, salvo que tienes que matar a todos los aliens que puedas antes de que tu nave explote por el fuego enemigo.
Como en los arcades ochenteros a los que homenajea, Arcadium no tiene ninguna historia, pero ¿quién la quiere cuando tienes jefes finales tan molones como éste?
LOS AÑOS 80 EN TU MÓVIL
Éste es un juego que entrará por los ojos a aquellos que vivimos la época dorada de los arcade space shooters de los 80. Me refiero a títulos como Galaxian, Defender, Space Invaders, Galaga, Centipede, Gradius, Asteroids… y es que Arcadium tiene unos gráficos muy simples precisamente porque trata de imitar todos estos videojuegos. ¡Y vaya si lo consigue! ha pensado incluso en detalles como el fondo representando el oscuro vacío del espacio que solían presentar estos clásicos, o ese característico brillo que rodea a los diferentes elementos en pantalla, simulando el brillo que despedían las pantallas de las máquinas recreativas.
Vale que apenas son cuatro píxeles mal contados y unos pocos colores en pantalla, pero este juego me parece que es muy pero que muy bonito, y en movimiento más aún.
Pasando a elementos más puramente técnicos, diré que este juego utiliza el motor Unity con mucha soltura y de hecho el juego funciona con una fluidez brutal, aunque por supuesto esto dependerá también de las características de tu dispositivo móvil. En mi caso, incluso cuando la pantalla está repleta de marcianitos, disparos, misiles, items y demás, Arcadium sigue funcionando con total suavidad, lo que ayuda a que la acción no decaiga en ningún momento.
La interfaz es clara, limpia y personalizable, puedes por ejemplo escoger en qué lado de la pantalla estarán los botones con las habilidades de tu nave o activar/desactivar el brillo del que te hablaba antes. Son pequeños detallitos que oye, a mí me gustan.
Habrá ocasiones en los que el juego se convierta en un auténtico bullet hell (o danmaku como lo llaman los japoneses) pero ni por esas habrá bajones de frames por segundo.
Para terminar de hablar del apartado gráfico de Arcadium me gustaría destacar su apartado artístico. Me parece fabulosa esa estética retro ochentera, el diseño de los menús, las distintas naves, de los items, de los ataques y sobre todo de los marcianitos. Hay multitud de enemigos distintos, todos con sus animaciones y patrones de ataque bien diferenciados, y con unos diseños realmente alucinantes, a pesar de estar hechos con un puñado de píxeles y un solo color. Minimalismo en estado puro, pero que en un título como éste funciona a las mil maravillas.
EN EL ESPACIO NADIE PUEDE OÍR TUS GRITOS
Así rezaba el cartel que anunciaba el estreno en cines de Alien: El Octavo Pasajero en 1979, y me viene de fábula para hablar del sonido y la música de Arcadium, porque bueno, aquí no grita nadie pero la acción transcurre en el espacio, ya sabes. Bueno vale, está muy cogido con pinzas, pero me da igual.
Viendo lo humilde que es este videojuego, realizado por una sola persona, y con este aspecto gráfico, podrías pensar que el sonido no será gran cosa, pero la verdad es que ésta es una de las secciones donde Arcadium brilla con luz propia. Los efectos de sonido no podían estar mejor escogidos.
Pocas cosas hay más satisfactorias que reventar asteroides en el espacio. Además cómo suena, madre mía.
Normalmente cuando juego en el móvil lo hago sin activar el sonido, porque lo hago en el transporte público, en ratos muertos en el trabajo… y no me gusta molestar a los demás con el ruido de mi móvil. “Pues ponte auriculares, Pepino, que eres mongolo” me dirás tú con toda la razón del mundo, pero tampoco me gusta usarlos. Debo tener las orejas atrofiadas o algo así, porque siempre se me caen.
¿Por qué te cuento esto? porque con Arcadium siempre que puedo hago una excepción y pongo un poquito de volumen mientras juego, lo justo para que yo pueda oír la música y efectos de este juego, y es que sería una pena perdérselos.
El paquete de sonidos de este título encierra toda la esencia 8 bits en su esplendor. Te transporta a mediados de la gloriosa década de los 80, cúlmen de la humanidad, donde éramos felices y no lo sabíamos. Los disparos de tu nave, el sonido al recoger power ups, las explosiones, el ruido de los misiles, los sonidos que emiten los marcianos al llegar en una nueva oleada y colocarse en formación, el tiroteo de los drones… todo suena fantástico, y es algo que tienes que vivir por ti mismo para entenderlo. Si cierras los ojos mientras juegas te sentirás como si estuvieses en una sala de arcades.
No solo el aspecto sonoro te retrotrae a los space shooter clásicos, si no que también hay varios guiños a los juegos más destacados de la época. Por ejemplo esta nave tiene la habilidad especial de colocar muros defensivos como en Space Invaders.
¡Y aún queda hablar de la música! No es que haya una gran variedad de temas, pero están ahí y son más que correctos. Por supuesto, todos ellos también tienen ese rollito retro que tan bien casa con este juego y hace que el noble oficio de aniquilar oleadas de marcianitos sea aún más llevadero. Y cuando hace aparición un jefe final de fase… ¡la cosa se pone al rojo vivo! algunos de los temas que suenan en esas batallas contra jefes son ultra épicos, en serio.
Estas canciones son muy cañeras y vibrantes, así que te puedes imaginar lo que mola oír eso mientras estás tirando toda tu artillería pesada contra un marciano gigante que te tira una lluvia de balas, te ayuda a motivarte y a apretar el puño cuando consigues finalmente eliminar al enemigo y ganar una nueva mejora para tu nave, haciéndote aún más poderoso. Me río yo de Dark Souls.
Los combates contra jefes son la mejor parte de Arcadium, sobre todo si juegas con el volumen a tope.
¡A MATAR MARCIANITOS!
Es posible que ahora te estés preguntando cómo se juega a esto. Pues precisamente, matando marcianitos. Decenas, cientos, miles, millones de marcianitos. Pero ojo, no vayas a matar a los miembros del podcast La Hora de los Marcianitos, que nosotros somos buena gente. Mejor pégale una oída a los últimos programas, que son de calité.
Volviendo al juego, en términos jugables ofrece lo que cabría esperar. Eliges una nave espacial (al principio solo tienes una, pero puedes comprar más modelos más adelante) y hala, a reventar todo lo que se mueva.
Al principio de cada partida tu nave será poco más que una cagarruta espacial, pero en cuanto pilles unos cuantos power ups verás cómo cambia la historia…
Para llevar a cabo tu cometido de aniquilar a todo bicho viviente que ose cruzarse en tu camino, contarás con la ametralladora de tu nave, que podrá irse mejorando conforme derrotes a jefes finales. Pero no solo eso, si no que también a veces los aliens derrotados soltarán items que podrás recoger y que te otorgarán misiles o drones, lo cual aumentará tu capacidad de destrucción durante un rato, pero también podrás recoger objetos que te otorgarán velocidad de disparo, la capacidad de atravesar a los enemigos con tus balas, mayor daño, invulnerabilidad o la capacidad de reflejar los ataques enemigos.
Otro objeto que dejarán caer con mucha frecuencia son gemas, que viene a ser el dinero del juego. Con esas gemas puedes comprarte nuevas naves (cada una con unas habilidades y estilo de juego diferente) y también puedes desbloquear mejoras permanentes para todas ellas. Dichas mejoras incluyen cosas como porcentaje de crítico, aumento del daño, aumento de la velocidad de ataque, mayor duración de los power ups, tener un punto de vida extra, etcétera. Aquí puedes ir comprando mejoras según tu estilo de juego y adoptar ciertas estrategias de cara a futuras partidas.
No todo es disparar a lo loco, también tendrás que devanarte los sesos en este menú para averiguar cómo invertir de forma óptima esas gemas que tanto trabajo te han costado ganar.
Cada vez que comiences una nueva partida, empezarás atravesando un campo de asteroides, lo cual te servirá para ir consiguiendo tus primeros items y para irte preparando para lo que se viene. Después, comenzarán a caer del cielo oleadas y oleadas de marcianitos deseosos de reducir tu nave a cenizas. Tras unas cuantas oleadas, aparecerá el jefe final de fase, que al morir tras un arduo combate espacial, dejará caer un power up que mejorará tu nave para el resto de la partida, tras lo cual atravesarás otro campo de asteroides, después más oleadas de enemigos…
Puede sonar repetitivo y aburrido, pero a mí no me lo ha parecido en absoluto. La curva de dificultad está muy bien establecida y hace que pases de pensar “a ver si se anima esto un poco, que me aburro” a no poder pensar en nada salvo en esquivar las decenas de proyectiles que van a tu posición, sin darte apenas cuenta.
Llegará un momento, si tienes la habilidad suficiente, en el que toda la pantalla estará llena de proyectiles, disparos, enemigos, rayos y explosiones. ¡Una gozada!
“Vale Pepino, todo eso está muy bien, pero llegará un momento en el que te canses de siempre lo mismo, no?” me preguntas tú con toda tu inocencia. La cosa es que si por un casual te terminas aburriendo del juego, puedes comprarte una nueva nave, que traerá unas estadísticas únicas, una serie de fortalezas y debilidades y sobre todo una habilidad especial que cambiará la jugabilidad casi por completo, y jugar con una nueva nave será casi como descubrir Arcadium de nuevo.
Además el hecho de poder comprar mejoras permanentes para todas tus naves le da un factor de enganche curioso, porque cada vez más tus naves tendrán más potencia de fuego y serás capaz de reventar más aliens, así que eso te animará a jugar una partidita más, a ver si eres capaz de superar tu récord.
Hay un buen número disponible de naves espaciales a tu disposición, pero tendrás que ir desbloqueándolas poco a poco, y es algo que te llevará muchas partidas…
Tengo que comentar un punto negativo aquí, y es que si bien la gran mayoría de las naves se pueden conseguir con las gemas que consigues jugando (aunque en ocasiones te piden unas cantidades de gemas estratosféricas), hay tres o cuatro naves, que tienen pinta de ser las más tochas, que solo pueden ser compradas con dinero real.
Como digo, esto es un punto negativo, pero viene a raíz de un punto muy positivo, y es que este juego, a diferencia de la gran mayoría de videojuegos para móviles, no tiene ni un solo anuncio y ni siquiera requiere de conexión permanente a internet. Para por ejemplo un viaje en avión es sencillamente perfecto. Y claro, al no tener anuncios pues es normal que su creador quiera sacarle al menos algo de rendimiento económico poniendo algunas naves de pago… yo lo prefiero así que de la otra forma, ya que no empaña la experiencia de juego en absoluto.
Volviendo a la variedad de naves elegibles, lo mejor es que cada una tiene una habilidad especial que la diferencia mucho de las demás. Por ejemplo, como he comentado antes, hay una que coloca muros como en Space Invaders. Otra que lanza una bola gigante que destruye todo a su paso e irá rebotando por la pantalla al más puro estilo Arkanoid, otra que ralentiza el tiempo, otra que invoca drones inteligentes que lanzan láseres, otro que lanza un ataque que limpia la pantalla de enemigos, etc. ¡Hay para todos los gustos! Y aparte, cada una tiene sus pros y contras en cuanto a sus estadísticas base: daño, porcentaje de crítico, número de vidas, velocidad de recarga de la habilidad especial…
Ésta es una de mis naves favoritas. Con ella puedes llamar hasta a 10 amiguitos para que llenen la pantalla de láseres de colores que hacen mucho daño. Míralos, parecen los Power Rangers en formación.
¿Y qué hay con el control? ¿cómo se las apaña uno cuando está asediado por el fuego enemigo y los nervios se apoderan de tu persona? ¡Sin problema ninguno! para mover tu nave en pos de la victoria tan solo tienes que arrastrar tu pulgar por la pantalla y la nave seguirá todos los movimientos de tu dedo. Nada más. Tu astronave disparará sola de forma automática, así que solo tienes que preocuparte de apuntar y esquivar.
En una de las esquinas inferiores tienes los botones para activar la habilidad común a todas las naves (esto es, la típica explosión que barre la pantalla) y la habilidad única de tu aparato volador. Los pulsas cuando te veas en apuros y ya está. Es que hasta un bebé con severas deficiencias mentales podría jugar a esto. Otra cosa es que lo haga mejor o peor, pero puede.
Podría seguir enumerando todos aquellos aspectos que hacen de éste un videojuego a tener en cuenta, pero creo que lo mejor es que te lo descargues y lo pruebes. Total, es gratis y no pierdes nada. Solo quiero terminar este empepianálisis diciendo que ojalá todos los juegos para dispositivos móviles fuesen así. Sin obligación de tener conexión permanente a internet, sin anuncios cada dos por tres, sin tratar de forzarte a comprar dinero virtual del juego, ni abrir cofres cada 24 horas… ya sabes, toda esa inmundicia que puebla los juegos para móviles. Quizá algún día escriba un artículo sobre eso…
De cualquier manera, se agradece que a estas alturas aún queden videojuegos así, sin complicaciones, rápidos y directos, que te permitan jugar una partida breve sin tener que comerte anuncios, tiempos de carga interminables, toneladas de recompensas diarias y aperturas de cofres… ¿quieres jugar? pues juega y punto. Ésta es la forma correcta de jugar con el móvil para mí, y más aún tratándose de un juego como éste, que nos retrotrae al pasado y nos recuerda aquellos tiempos en los que un fondo negro con unas pocas estrellas representaban todo un universo, y un puñado de píxeles moviéndose nos hacían soñar con conquistar la galaxia.
Ay, aquellos tiempos en los que todo era más sencillo…
4 comentarios
¡Menudo enganche que llevo al Arcadium desde que lo recomendaste en vuestro genial podcast de “La hora de los Marcianitos”! Y es que como bien dices, se agradece un montón encontrar semejante joya para el móvil. Sin anuncios, sin esperas, sin pay-to-win… solo pura diversión al alcance del dedo. Además con el encanto de ser uno de estos juegos de mecánicas sencillas pero que retan al jugador a seguir mejorando a base de hacerse progresivamente difíciles (al momento de escribir estas líneas mi récord es de unos 27.000 puntos… lamentable, lo sé, necesito practicar más… pero flipo de que algunas bestias consigan 2000 millones de puntos ¡¡¡2000 millones de puntos!!! Barbaridad bárbara oiga).
Además de esto, es el colorido, el pixel art, y este sonido que muestra este juego y que tanto recuerda a estos maravillosos ochenta (que de recuerdos con el Defender, Galaga, Space Invaders y demás… jo, que tiempos aquellos, snif snif). Una verdadera gozada. No puedo estarte más agradecido por la recomendación y por este genial empepianálisis dedicado a este pedazo de juego tan adictivo como encantador y sencillo. ¡Mas juegos como este y menos anuncios y pay-to-win, copón!
Por último, comentar que hacer mención de la mitiquísima “Alien: El octavo pasajero” siempre es bien, y que si alguien te llama todas estas cosas que dices al principio, lo pongo en mi lista negra, he dicho.
¡¡Un abrazote socio!! Escribes de maravilla.
2000 millones… aún estoy temblando con esa cifra. Mi récord se mantiene en unos 73000 puntos y ya me pensaba que era mucho…
Como verás, en La Hora de los Marcianitos recomendamos cosas de calidad, porque somos gente que sabe de videojuegos y que tenemos buen gusto, o eso es lo que pretendemos aparentar…
Yo digo lo mismo que tú, ¡menos pay to win y anuncios y más juegos como éste, copón!
¡Gracias por tu comentario socio! tú sí que me dejas unos comentarios que son una maravilla.
Mira que no somos de jugar con el móvil, sobre todo porque los tiempos muertos que lo utilizamos es para ver algo en redes sociales y apps de mensajería, pero después de leer tu post vamos a darle una oportunidad a este juego, que tiene muy pero que muy buena pinta. La verdad es que estos matamarcianos de una forma u otra acaban enganchando y son los juegos perfectos para echarte unas partiditas rápidas si no tenemos mucho tiempo para dedicarle a los videojuegos.
Otra cosa es su apartado visual que parece muy sencillo pero al ver las imagenes entra enseguida por los ojos con tanto colorido
¡Prometido queda que lo vamos a probar!
Por el momento ya compartimos esta entrada para que más gente se anime a hacerlo.
¡Nos leemos en el siguiente post, señor Pepino!
Un abrazote
Exacto, justo eso es una de las cosas que más me han impresionado de sus gráficos. Con un fondo negro y con apenas cinco o seis colores han conseguido que este juego se vea realmente colorido y especial. ¡Ya me contarás qué te parece una vez lo pruebes! Muchas gracias por todo el apoyo y por tus palabras. ¡Un abrazote grande!