EMPEPIANÁLISIS SONIC MANIA

-UN COMPLETO EXAMEN AL JUEGO QUE ME DEVOLVIÓ LA FE EN LA SAGA DE SONIC-

“Este post es el ejemplo perfecto de lo que eres tú y tu mugriento blog, Pepino. Ahora hablas de un refrito de Sonic que no le interesa a nadie, igual que tus artículos son unos refritos de otros y tampoco interesan ni a tu familia. Acepta ya de una vez que vas en picado, que solo vas de mal en peor y que deberías por fin decidirte a dejar esto. No es lo tuyo. Dedícate a ver crecer la hierba, que te irá mucho mejor”.

Me creo totalmente que una idea así sobrevuele tu cabeza en este mismo momento, pero has errado el tiro. En este caso he querido dedicarle un empepianálisis a este videojuego porque creo que es el ejemplo de lo que se es capaz de hacer cuando se tiene verdadera pasión por algo, y es que si bien el desarrollo de este Sonic Mania estuvo supervisado en todo momento por el mismísimo Sonic Team, los verdaderos encargados de concebir esta entrega de la saga corrió a cargo de estudios de videojuegos independientes que habían trabajado previamente en fangames de Sonic, muy admirados y reconocidos por la comunidad de fans del erizo. ¡Y resulta que hicieron un trabajo mejor que lo que venían haciendo los propios creadores! 

Recordemos que desde hace muchos años la saga de Sonic, una de las más conocidas y alabadas por la crítica en las generaciones de los 8 a los 32 bits, comenzó después a experimentar un más que notable declive que no contentaba a los fans. Hubo grandes juegos, por supuesto, como los Sonic Adventure, pero la tónica general era encontrarse con unos videojuegos que no supieron adaptar la jugabilidad clásica de Sonic a los nuevos tiempos. Fue una época oscura donde se sucedieron diversos juegos de una calidad más que cuestionable, como Sonic 2006, y experimentos extraños que no terminaron de cuajar del todo, como Sonic Boom, que trajo un rediseño de personajes nefasto, o Sonic Unleashed, donde nuestro erizo adquiría la habilidad de transformarse en una especie de hombre lobo. Sé lo que estás pensando ahora mismo, y no, yo tampoco entiendo esa premisa ni cómo pensaron que iba a funcionar. 

Al final, lo que queda claro es que la frase “si algo funciona, no lo toques” es totalmente cierta, y los encargados de este Sonic Mania lo sabían bien. Por eso se encargaron de crear un juego que volviese a los orígenes, que escogiese lo mejor de sus mejores juegos y los uniese en un solo título, para celebrar el entonces 25 aniversario de Sonic por todo lo grande, con el juego que los fans del erizo querían. ¡Vamos a verlo!

EL DR. ROBOTNIK VUELVE A HACER DE LAS SUYAS

Comenzamos hablando del argumento de este juego. En la línea temporal de la saga, Sonic Mania nos sitúa justo tras los acontecimientos sucedidos en Sonic 3 & Knuckles. Resulta que el eterno villano de la franquicia, el Dr. Robotnik (me niego a llamarle Eggman) ha contratado a un equipo de robots mercenarios de élite llamados los Hard-Boiled Heavies para investigar una misteriosa fuente de energía descubierta en Angel Island y extraerla de la tierra. Sonic y Tails se enteran y van para allá para evitarlo, porque conociendo al Dr. Robotnik, seguro que el malvado bigotudo no trama hacer nada bueno con eso. Sin embargo no llegan a tiempo, y no pueden hacer nada para evitar que los robots se lleven esa poderosa fuente de energía que resulta ser el Rubí Fantasma, que les da poderes especiales.

El momento del horror. ¡Se están llevando delante de mis narices un rubí valiosísimo y no puedo hacer nada para evitarlo salvo quedarme aquí mirando como un pasmarote porque esto en realidad es una cinemática!

Sonic y Tails se reúnen con Knuckles y entre los tres descubren que Robotnik ha usado el poder del Rubí Fantasma para hacerse con el control de una nueva fortaleza robótica junto a sus nuevos aliados, así que deciden ir a asaltarla y frustrar sus planes.

Básicamente ésa es la premisa argumental del juego y no, no es ni mucho menos la historia que emocionó a Steven Spielberg. Realmente todo fan de Sonic que se precie sabe que, si bien desde SEGA siempre tratan de darle mucho trasfondo y lore a sus videojuegos, al final todo viene a resumirse en acabar con los planes del malo, así que ya sabíamos a lo que veníamos.

El vídeo introductorio de animación que contiene el juego es una absoluta pasada. Cuando lo vi me quedé con los huevos colganderos de la impresión. 

Sí que hay algo que me ha llamado la atención y que echo en falta, y es la ausencia de otros personajes míticos de la saga como Amy Rose, Vector, Shadow o Rouge. Vale, ya sé que argumentalmente no tendría sentido porque estos personajes hacen aparición mucho después en la historia de Sonic, pero se les podría haber metido como personajes extra a modo de guiño por ejemplo para jugar con ellos en los modos de juego adicionales. Pero bueno, sí que se puede jugar con el trío protagonista: Sonic, Tails y mi favorito Knuckles. Además si te haces con la versión Plus, se incluyen dos nuevos personajes, Ray the Flying Squirrel y Mighty the Armadillo. Yo lo siento, pero estos dos son más sosos que un helado de agua. Era muy difícil sacar unos diseños menos inspirados que éstos.

Pero bueno, todos sabemos que lo verdaderamente importante en los videojuegos de Sonic es la vistosidad y dinamismo de sus gráficos, su fabulosa y marchosa banda sonora y sobre todo su jugabilidad endiabladamente veloz. Vamos a ver estas secciones con más detenimiento. Pero antes, si quieres saber más sobre Sonic Mania y su universo, en Youtube hay una serie de cortos que te cuentan una minihistoria muy divertida. ¡Échale un ojo!

LOS CLÁSICOS NUNCA MUEREN

Eso debieron pensar los responsables de este Sonic Mania a la hora de determinar cuál sería el aspecto estético y artístico de su obra. Como decía antes, parece que se guiaron por la máxima del “si algo funciona, no lo toques” y tiraron por la vía de mantener el cariz gráfico de las mejores entregas de esta franquicia, aquellas que marcaron un antes y un después en la historia de los videojuegos y que recordamos con más cariño. 

Aquí lo tienes, es el Sonic de toda la vida, igual que el que tenías en tu flamante MegaDrive. ¡Nada ha cambiado! espera… ¿o quizás sí?

La base sobre la que se asienta este título es, sin duda, la de aquellos juegos clásicos de la 16 bits de SEGA. Sin embargo, se incluye una cantidad enorme de novedades en cuanto a efectos de distinto calado. Pero es que además todo se mueve a una increíble velocidad (como cabe esperar en un juego de Sonic) con una fluidez apabullante. No se pierde ni un fps en ningún momento, lo que ayuda a que uno se meta en la partida y pueda reaccionar a tiempo a todos los obstáculos y peligros que van haciendo aparición. Y bueno, esto lo cuento habiendo jugado a la versión de PC, pero Sonic Mania también está disponible para Nintendo Switch, Playstation 4 y Xbox One.

También ocurre que siempre suceden multitud de cosas a la vez en pantalla. Estás deslizándote a toda leche por un tubo mientras explota el decorado y rompes unos cristales mientras que un robot te persigue y te tira un misil que también explota y tú de repente rebotas en una plataforma y le das un golpe que lo destruye, etc etc. Toda esta acción se acumula constantemente y te hará exclamar “wow” y te hará darte cuenta de que efectivamente, aunque parece que este Sonic Mania es un calco exacto de los juegos originales de Mega Drive en un primer vistazo, la evolución gráfica está ahí y es perfectamente distinguible, ya que una consola de 16 bits seguramente no podría mostrar este poderío gráfico con facilidad. 

Entre otras cosas será muy común ver un excelente uso del célebre modo 7 en los fondos de los escenarios, que además suelen estar muy animados y llenos de color. También se verá en muchas ocasiones reescalados de píxeles para lograr ciertos efectos, muchas triquiñuelas de iluminación y destellos en pantalla, y eso por no hablar de la cantidad de animaciones de las que hacen galas nuestros protagonistas. Verás al erizo y sus amigos ejecutar todo tipo de acciones con una naturalidad impresionante en sus expresiones y en sus movimientos. Pero todo esto no desentona en absoluto con el aspecto del conjunto. Todo está perfectamente mezclado y logra su objetivo: traer de vuelta a Sonic con todo el espíritu de antes, pero trayendo muchas novedades.

ROMPIENDO LA BARRERA DEL SONIDO

La música de Sonic Mania hace lo mismo que el apartado gráfico o los propios niveles del juego, que es entremezclar lo viejo con lo nuevo y darle un toque muy genuino que alcanza la excelencia. Lo cierto es que en todo momento se mantiene la esencia sonora que caracteriza a la franquicia de Sonic, y estamos hablando de una banda sonora compuesta por casi 60 canciones, ojo.

El juego es muy bueno y recupera todo lo que hizo grande a Sonic en los 90, pero es que la música está directamente a otro nivel y perfectamente podríamos afirmar que es de lo mejor de este Sonic Mania.

Que la BSO de este juego sea  sobresaliente no tiene ningún misterio si te digo que ésta corre a cargo de Tee Lopes, reputado compositor que ha trabajado anteriormente en fangames y juegos oficiales de la franquicia Sonic, así como en otros videojuegos como Metal Slug Tactics o Streets of Rage 4, ahí es nada.

Como no podía ser de otra forma, los temas por lo general son muy movidos y estridentes, salvo en algunos niveles con una temática más calmada. Pero lo que caracteriza a Sonic precisamente es esa marcha que lleva en el cuerpo siempre (irá de Red Bull hasta la cejas, de otra forma no se explica).

Como comentaba antes, se reutilizan muchos de los temas clásicos de la saga, aunque también se aprovecha la ocasión para darles un lavado de cara, y el resultado es excelente. Ahí están temas míticos de Sonic como el de Green Hill o el de Chemical Zone y suenan mejor que nunca. Y por supuesto, algo más de la mitad de las canciones son nuevas, y rinden igualmente a un nivel espectacular. A mí me ha gustado especialmente el corte que suena durante las batallas contra los Hard-Boiled Heavys, o las canciones de algunas zonas como Studiopolis (este nivel es brutal en todos los aspectos) o Metallic Madness Zone.

Por cierto, si quieres ahondar más en la banda sonora de esta saga te recomiendo un par de programas que dedica mi querido compañero Iván en su podcast Pixel Sonoro sobre la música de los Sonic clásicos, sus referencias y sus orígenes, calidad de la buena.

Las fases de bonus también cuentan con sus temas propios, como está mandao. 

Hablamos de la música, pero ¿qué pasa con los efectos de sonido? pues todos aquellos ruiditos que residen en esa cabecita tuya desde el año 91 (es decir, el sonido que se escucha al coger anillos, o el ruido de coger velocidad en forma de bola, o el sonido característico que hace Sonic cuando salta, etc…) todo eso está ahí, de forma impoluta e impecable. Si juegas a una de las fases clásicas como por ejemplo Green Hill con los ojos cerrados, apenas podrás distinguir a Sonic Mania del primer juego, por ejemplo. Eso sí, notarás la mejora de calidad del audio que este juego trae consigo con respecto a los de Megadrive, obviamente. Y sé lo que te estás preguntando ahora… y sí, al iniciar el juego escucharás esa mítica tonadilla de “¡SEEEGAAA!”, puedes estar tranquilo.

EL ERIZO RIZANDO EL RIZO

¿Qué cabríamos esperar en términos jugables de este Sonic Mania? pues todo lo que te estás imaginando ahora mismo y más, mucho más. Tengo que reconocer que no soy un fan acérrimo de Sonic ni mucho menos (siempre fui más nintendero que seguero) pero debo reconocer que este título me ha sorprendido muchísimo y ha superado mis expectativas con creces, y de hecho es por eso que estás ahora leyendo este empepianálisis.

Ahora entraremos a detallar con más exactitud qué es lo que convierte a este título en un videojuego tan especial, pero por lo pronto fíjate en esta paleta de colores, en esos fondos y en ese pixelart tan delicioso. La estética ayuda mucho a mejorar el conjunto jugable.

El meollo de la cuestión es que Sonic Manía utiliza la jugabilidad, el estilo artístico, la música y los gráficos ya vistos en Mega Drive como base, pero en lugar de quedarse ahí, remezcla elementos viejos con los nuevos y el resultado no podría ser mejor. Por ejemplo, los escenarios. ¿Recuerdas aquellos tramos super veloces en los que se sucedían saltos, loopings y rampas a toda velocidad? seguro que sí, porque no nos engañemos, precisamente ésas eran las mejores partes de los Sonic de toda la vida. Esa velocidad no se había visto nunca antes en un plataformas.

Pues bien, aquí tienes esas secciones multiplicadas por cien, y es que el diseño de niveles es demencial. Sonic Mania retoma esas mecánicas y añade nuevos objetos y componentes que hacen que se te vaya la olla completamente mientras juegas a esto. Trampolines, postes en los que te puedes balancear, tirolinas, tirabuzones, ganchos, columpios, raíles, sustancias viscosas que te hacen rebotar, otras que te permiten quedarte pegado a la pared, trampas de todo tipo, máquinas que cambian la gravedad del lugar, tuberías, muros destructibles, rachas de viento huracanado, corrientes de agua, ventiladores gigantes que te hacen flotar en el aire, palancas, trampillas, toboganes, burbujas, plataformas volantes… son miles los elementos en pantalla que sirven únicamente para modificar el movimiento del jugador de una forma u otra. Y además hay una gran cantidad de caminos distintos a tomar, un montón de áreas secretas que esconden atajos, items muy valiosos o fases de bonus.  Todo esto que te cuento convierte al propio escenario en el verdadero estandarte de la jugabilidad y pone la guinda al pastel que es este juego. 

Y ojo, que el hecho de que los niveles estén repletos de cosas no significa que éstos sean cortos, al revés. Me ha sorprendido lo completos que son y sobre todo lo grandes y largos que resultan, el trabajo de diseño de los mapas ha debido de ser un duro rompecabezas para el equipo de desarrollo.

Creo que Sonic Mania contiene los niveles más elaborados que me he encontrado en un juego de plataformas de esta índole. Cada item, cada plataforma, cada elemento del escenario está pensado al milímetro creando un conjunto que  encaja perfectamente. Y eso por no hablar de las distintas temáticas y ambientes que posee.

Luego cabría destacar a los personajes. Cada uno de los personajes jugables está ahí no solo para que juegues con un aspecto diferente, si no para cambiar radicalmente el estilo de juego, ya que todos tienen sus habilidades que lo diferencian de los demás y hace que no se complete un nivel de la misma manera con dos personajes distintos. Sonic, por ejemplo, puede saltar y cuando está en el aire y comienza a caer coger impulso y salir rodando a toda velocidad, muy útil cuando quieres acabar los niveles rápidamente. Tails puede volar durante un tiempo usando sus dos colas, lo que facilita mucho la tarea de recorrer los escenarios abiertos, y Knuckles puede planear con  los puños por delante (como Superman) acabando a los enemigos  que se encuentre a su paso, y también puede escalar paredes, lo que hace que sea más fácil explorar lugares ocultos con él. En cuanto a los personajes extra que vienen con la versión Plus del juego, Mighty the Armadillo y Ray the Flying Squirrel, el primero puede caer con fuerza al suelo cuando está en el aire como si fuese una bola de demolición y puede sobrevivir a un golpe con los pinchos que hay repartidos en los escenarios, por lo que es muy seguro ir con él. Y el segundo puede extender sus aletas y volar de una forma similar a como lo hacía Mario en Super Mario World con su capa. 

Como decía, esto cambia mucho la forma de afrontar cada nivel con cada personaje, e incluso puedes encontrar variaciones en ciertos niveles dependiendo de con quién juegues, como ocurre con Knuckles en el primer nivel, que es distinto a todos los demás y te anima a poner en práctica sus habilidades. Me parece un acierto esta variedad de personajes y de movimientos, la verdad, ya que convierte a Sonic Mania en un título mucho más rejugable.

Jugar con Tails en según qué niveles puede ser equivalente a pasárselos en modo fácil, aunque en otros será al contrario… y esto ocurre con la mayoría de personajes. 

Y bueno, aún hay más. Hay varios niveles, todos distintos, con distintas temáticas y muy coloridos y vistosos. Visitarás un estudio de cine, una plataforma petrolífera, el desierto, un bosque nevado, unas ruinas antiguas, un gigantesco armatoste volador, el interior de un volcán, unos laboratorios, un templo de agua, la fortaleza andante del Dr. Robotnik… y sí, también está Green Hill Zone. Todos estos escenarios están super bien planteados, plagados de detalles y con unos fondos de fantasía. 

¡Y también hay batallas contra bosses! al final de cada nivel habrá uno. A veces será uno de los Hard-Boiled Heavies, otras veces robots normales y corrientes y otras el mismísimo Dr. Robotnik en persona, con alguna de sus locas máquinas tratando de machacarte. Y sí, en algún momento de la aventura también tendrás que vértelas con Metal Sonic…

Todos estos enfrentamientos son muy divertidos y frenéticos, pero es que además son muy variados y originales. Cada uno de ellos tendrá una mecánica totalmente distinta al resto, y eso hace que aumente tu interés por seguir jugando, para saber qué te prepara el próximo jefe.

Para que veas que no miento, en este combate contra el Dr. Robotnik tendrás que vencerle jugando a un juego muy similar al Puyo Puyo… ¿a que no te esperabas esto? pues yo tampoco. 

Seguro que piensas que Sonic Mania ya no puede ofrecerte más. ¡Pues te equivocas por mucho! hay muchas fases de bonus donde tienes que conseguir una de las esmeraldas del caos para reunirlas todas y poder convertirte en Super Sonic y así  enfrentarte al jefe final secreto y ver el final verdadero. También hay un modo llamado Crono en el que tendrás que establecer el mejor tiempo a la hora de acabar los niveles, ¡y hay un modo multijugador para hasta cuatro jugadores en pantalla partida! Viene a ser una carrera en la que gana el que antes termina el nivel. No he podido probarlo porque no tengo amigos, pero he visto vídeos y comentarios de gente que aseguran que jugar a Sonic Mania junto a tus colegas es una experiencia notable.

Y esto por no hablar de que la versión Plus, que incluye a los dos nuevos personajes mencionados antes, también trae consigo nuevos niveles y más opciones nuevas. Reconozco que no te puedo decir mucho sobre eso porque yo la versión que tengo es la normal (sí, soy pobre, ¿qué pasa?).

Poco más puedo decir acerca de este título, salvo que empecé a jugarlo con las expectativas bajo cero (no soy especialmente fan de Sonic, como ya dije) y oye, esta entrega del erizo azul me ha enganchado como ningún otro juego de la saga y no he parado hasta terminarlo, y eso debe significar algo…

Sonic Mania debería llevarse un premio que me acabo de inventar denominado “cuando el alumno supera al maestro”. Porque también tiene narices que los fans hagan un juego de Sonic MEJOR que los que hacía SEGA en los últimos años…

Creo que la moraleja de la historia es que cuando las cosas se hacen con cariño se nota, y este videojuego es buena prueba de ello.  Este título está realizado por un conjunto de estudios indie (bajo la supervisión del Sonic Team, eso sí) que ha hecho anteriormente varios fangames de la franquicia que destilaban amor puro por el erizo azul… y ese amor  lo han vuelto a plasmar aquí, solo que esta vez con más presupuesto y siendo canon. Debemos agradecer que esta vez SEGA haya sabido delegar en gente joven, entusiasta y sobre todo fanática del universo Sonic para que podamos disfrutar de este Sonic Mania, que es la viva imagen de lo que todos los juegos de Sonic deberían haber sido, deben ser y deberían ser en el futuro. He dicho.

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6 comentarios

  1. ¡Me cagüen lo que no está escrito! ¿No te crees que el otro día te dejamos un comentario tan fantástico como el juego que has analizado y no se envió? (En verdad fue culpa nuestra creyendo que le dimos a publicar pero por lo visto no, nuestras disculpas, señor Pepino).
    Por otro lado solo volvemos a decirte que te la has sacado con este pedazo de review de este señor juego, sobre todo para aquellos que amamos los juegos (clásicos) del erizo azul más famoso del planeta. Un grato placer poder disfrutar de este título en la Switch nada más que nos hicimos con ella, siendo uno de los juegos que compramos de primeras para disfrutar de nuevo y de forma portátil con las nuevas aventuras de este personaje, las referencias a juegos anteriores y esas partidas aderezadas con esa velocidad frenética que nos ofrece.
    Lo dicho, mil disculpas por nuestro fallo técnico y nos redimimos ahora dándote las gracias y la enhorabuena por este pedazo de post que te has marcado, amén de un pedazo de abrazo virtual.
    ¡Nos seguimos leyendo, señor Pepino!

    1. ¡Pero tocayo, ni que fuera obligatorio comentar! Yo hay muchas veces que se me pasa dejarte un comentario en tu fantástico blog porque se me va la cabeza y tampoco te creas que me voy a un rincón a fustigarme… Por supuesto que agradezco mucho el feedback y todo el apoyo, pero por favor no os lo toméis como una obligación, ¡Es algo que no me perdonaría!

      La verdad es que este juego pinta genial para la Switch, y fíjate, que jugando a Sonic en una portátil podría parecer que está uno dándole a la Game Gear… ¡Pero no! ¡Es Sonic en una consola de Nintendo! Lo que ha cambiado la vida.

      Bueno, lo dicho, muchas gracias por pasar por aquí, y un abrazo enorme. ¡Nos leemos!

  2. ¡Saludos chavalote!
    Sin haber jugado a este título, y por todo lo que nos escribes al respecto del mismo, en verdad se aprecia que este juego destila cuidado y dedicación por los cuatro costados.
    Siendo sincero, no me considero un fan entusiasta de este personaje, pero aplaudo que exista este título creado con una fiel intervención de sus fans (lo cual viene siendo algo habitual en el mundo del videojuego: que los fans hagan juegos llenos de entusiasmo y mejores que los desarrolladores principales), y con toda la velocidad, elementos, aventuras, y secretos que merecen estos personajes.
    Grandioso post que te has currado !!

    1. Es que es justo lo que dices. Yo tampoco soy fan, pero este juego ha conseguido casi “convertirme” al lado azul de la vida y me ha hecho valorar más esta saga. Te recomiendo que lo pruebes, merece mucho la pena.

      Gracias por dejarme tu comentario (que me ayuda mucho) y por ser tan de puta madre. ¡Un abrazote!

  3. Yo no soy como muchos otros usuarios que, cuando disienten de lo dicho por una persona, no tardan en tratar de imponer su punto de vista, llegando en demasiadas ocasiones al ataque personal con insultos e incluso amenazas. Por ello no voy a tratar de quitarte la razón acerca de lo expuesto sobre Sonic Mania, aunque mi experiencia haya sido totalmente opuesta a la tuya (y a la de muchos otros).

    El caso es que yo también esperaba disfrutar este juego cuando me decidí a comprarlo al poco de su salida en PS4 pero, cuando me puse a jugar, me invadió la desazón. No es que el juego fuera malo, pero no me gustó. Y sabía qué era lo que me iba a encontrar pero está claro que ya entonces mi atracción hacia Sonic y su universo clásico no era ya lo que un día fue. Pese a ello, logré avanzar un poco antes de dejarlo, si bien tiempo después volví a retomarlo para darle una segunda oportunidad…

    En esa ocasión llegué a terminarlo, eso sí, sin conseguir todas las esmeraldas ni completar las fases de bonus. Fue una de esas raras veces en las que me forcé a jugar a algo que, realmente, no me apetecía y ello, unido al para mí excesivo bombo que se le dio en su momento y que todavía continúa, hicieron no ya que le cogiera manía (valga la redundancia) al juego, también al personaje y su universo, tanto en su vertiente clásica como más actual.

    A día de hoy, Sonic ya no forma parte de mi vida como jugador (como tantas otras cosas que también he ido dejando atrás, pero ese es otro tema), y no hay visos de que eso vaya a cambiar con nuevas entregas, ya sea el caso del nuevo Frontiers o una posible segunda entrega de este Sonic Mania…

    1. Lo que tú dices es algo que yo he defendido muchas veces: en ocasiones no solo se trata de que el juego sea bueno o no, sino que también muchas veces se trata de que el juego llegue a tu vida en el momento ideal. Por lo que leo, te pasó lo contrario que a mí, que lo jugué sin ninguna expectativa porque ya venía cansado de lo que venía ofreciendo el erizo en los últimos años… y tú sin embargo lo compraste con las expectativas latas y no te terminó de llenar.

      ¡Pero no pasa nada! Son cosas que ocurren sin más, son lo que podríamos llamar “lances del juego” o “gajes del oficio”. Cuando esto sucede, a veces merece la pena dar una segunda (o tercera) oportunidad al juego y otras veces sale más a cuenta dejarlo ahí…

      Me alegra mucho leerte por aquí tío, ¡se agradece tu presencia, un abrazote!

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