MI VISITA A ARCADE PLANET

-TE CUENTO MI EXPERIENCIA EN EL SALÓN ARCADE MÁS GRANDE DE ESPAÑA-

“Ya está, Pepino. Cuando ya parecía que no podías caer más bajo, resulta que te pones a hacer un publirreportaje. Lo que te faltaba. Y encima ni te habrán pagado por ello, porque eres gilipollas”. Si un concepto similar a éste es el que ha anidado en tu cabeza al toparte con esta entrada, te confirmo que llevas razón, nadie me ha pagado por esta entrada. Aunque bueno, si los chicos de Arcade Planet leen estas líneas y quieren hablar conmigo sobre eso, soy todo oídos.

La realidad es que esto NO es un publirreportaje, aunque pudiera parecerlo a simple vista. Me he decidido a escribir este texto simplemente por amor al arte, por amor a los salones arcade y a los videojuegos retro, y este fantástico lugar me sorprendió mucho cuando lo visité. Por eso quiero traértelo bien fresquito a mi blog con el objetivo de transmitirte al menos la mitad de la felicidad que experimenté en este mágico establecimiento, rodeado de máquinas recreativas de todo tipo. El sueño de un frikazo de los videojuegos como yo y seguramente también como tú, si no a ver qué haces leyendo esto.

¿Quién dice que el cielo no existe? éstas son sus puertas, querido lector. No está San Pedro, pero hay algo mejor: mesas para tomarte algo y máquinas de chuches.

¿Y cómo acabó un tipo como yo en un sitio como este? Pues todo empezó cuando durante mis vacaciones me pegué un viajecillo al sur, a mi tierra, a ver a la familia y amigos. Entre esos amigos se encuentra, como no podía ser de otra forma, el gran Javo411, gran amigo y compañero en el podcast de La Hora de los MarcianitosÉl fue mi guía en esta aventura, ya que él ya había estado aquí antes, y siempre le estaré agradecido por haberme descubierto este paraíso.

Javo411 no solo fue mi guía, si no que además fue mi reportero gráfico y me hizo la mayoría de las fotos que ves en esta entrada. Aquí me puedes ver jugando a F-Zero AX Deluxe, con un asiento que se movía según lo hacía tu vehículo (hasta tenías que abrocharte el cinturón porque si dabas una curva muy cerrada aquello se inclinaba cosa mala y te podías caer al suelo). Una auténtica pasada.

Arcade Planet es el salón recreativo más grande de España y uno de los más importantes del mundo, que no es poco. Actualmente cuenta con más de 220 máquinas arcade para tu uso y disfrute. Cuesta creer que un lugar como éste se encuentre en nuestra Españita de nuestros amores, pero así es. 

Está localizado en un polígono industrial de Dos Hermanas, una ciudad muy cercana a Sevilla. Y da la casualidad de que Javo411 vive muy cerquita, así que estaba clarísimo que íbamos a ir tarde o temprano. 

Cuando entras al establecimiento esto es lo que te encuentras. Una nave enorme llena de máquinas recreativas funcionando a todo trapo. Te esperan muchas horas de diversión a tope…

“Pero bueno Pepino, jugar en recreativas es carísimo, porque antiguamente uno echaba una moneda de cinco duros y ya podía echar una partida, pero hoy día jugar a una arcade te cuesta un euro… te puedes dejar ahí el sueldo de un mes en unas pocas horas” estarás pensando tú. ¡Tranquilo! Tan solo tienes que pagar tu entrada al local (10€) y luego puedes jugar TODO LO QUE QUIERAS hasta la hora de cierre, sin límite de ningún tipo. ¿No es genial? 

El único límite a la hora de jugar (aparte de la hora de cierre) es que una máquina esté ocupada por otra persona, y si eso pasa pues juegas a otra y ya está. Yo tuve suerte y había poca gente el día que fui, así que pude probar todas las máquinas que quise. 

Y bueno, una vez allí te encuentras en el paraíso de cualquier persona amante de las recreativas. Sorprende la enorme variedad de máquinas arcade que hay, de todos los géneros y estilos: disparos, conducción, musicales, deportes, lucha…

Tengo que decir que me encantó el ambiente que allí se respiraba. El sonido constante de las diferentes máquinas solapándose entre sí me recordó a mi infancia, cuando me iba los domingos por la mañana a una de las salas de recreativos de mi pueblo, siendo yo un chaval. Normalmente uno trataba de pasar desapercibido a ojos de los kinkis que solían estar en la puerta fumando y arreglando sus Vespinos. Esquivado ese obstáculo entrabas a ese santuario de diversión videojueguil dispuesto a gastar todas las monedas que llevabas encima.

En mi época le dediqué sesiones maratonianas de juego a bombazos como Metal Slug, Three Wonders, Snow Bros, Breakers, Windjammers o Cadillacs and Dinosaurs. Pues bien, aquí también pude rememorar aquellos momentos con esos juegos sin tener que aguantar el pestazo a tabaco ni tampoco tener que esquivar kinkis ni gente de mala catadura como antaño. Cierto es que ahora soy un adulto que no se va a asustar de unos niñatos y que los tiempos han cambiado, pero igualmente la atmósfera que allí reinaba era de buen rollo, respeto y sobre todo amor por los videojuegos arcade. Una delicia.

Todas las máquinas de mi infancia, aquellas con las que he crecido, ¡estaban ahí! Sufrí una regresión a mi niñez que por poco me da un parraque allí mismo.

Algo que me llamó la atención y que no pensé que me ocurriría fue que al entrar y descubrir que tienes a tu disposición más de 220 máquinas arcade, necesitas unos segundos para admirar toda la belleza que te rodea y asimilarlo. Después te percatas de que quieres jugar a TODAS las máquinas, ¡no te va a dar tiempo! Así que recorres los pasillos buscando una máquina que te haga detenerte en seco, agarrar el joystick y pulsar el botón de Player 1 sin pensar en nada más que en jugar a ese videojuego hasta que te sangren los ojos.

La experiencia fue una pasada, pero es TANTA la cantidad de máquinas que quieres probar que llega un momento en el que no puedes evitar sentir cierta ansiedad, porque sabes que no podrás jugarlas todas por muchas horas de juego que te queden allí. Sé que es una tontería, pero en mi caso hasta sentía cierta “culpabilidad” cuando jugaba demasiado rato a una máquina, sentía como si las demás me mirasen con cara de pena y lloriqueando, gritándome en mi cabeza “¡eh, que a nosotras no nos has probado aún!”.

Es como si fuera a la mansión Playboy y Hugh Hefner me dejara pasar un ratito con todas las chicas que quisiera. No sabría por dónde empezar.

El “juego de los JoJo`s de Konami”, llamado Fighting Mania, me tuvo un buen rato pegando puñetazos como un loco. Me dejó unas agujetas en los brazos para toda mi vida, pero mereció la pena porque solté toda la adrenalina y me quedé agustísimo. 

Un detalle que me gustó es que la inmensa mayoría de las máquinas estaban ordenadas por pasillos o secciones, como cuando vas al bazar chino de la esquina de tu calle. Así, si te apetece por ejemplo jugar a juegos de carreras, tienes un larguísimo pasillo donde se encuentran todas las máquinas con los juegos de este género. ¿Buscas juegos clásicos? Están todos juntitos, uno detrás de otro. ¿Los shooters? Los tienes justo en el siguiente pasillo. Y así es la dinámica. Yo me explico como un libro en llamas, pero creo que se entiende el concepto, ¿no?

Además, ya no es que vayan ordenadas por géneros, si no que por ejemplo, deambulando por el pasillo de los juegos de peleas te puedes encontrar la máquina de Mortal Kombat, justo a su derecha la de Mortal Kombat 2, justo a su lado la de Mortal Kombat 3, que a su vez tiene a su diestra la de Mortal Kombat 4. ¡Puedes jugar hasta a cuatro juegos de una saga mítica de los arcades en sus máquinas originales, en orden cronológico, solo dando unos pasitos laterales a tu derecha para cambiar de juego! Toda una gozada, y es que a mí esos detallitos me encantan.

Si quieres darle gusto al gatillo, en este rincón te puedes hartar. Acabé con los dedos destrozados de tanto soltar plomo en el Silent Scope, el House of the Dead 2 y sobre todo el Time Crisis 2.

Al haber TANTOS juegos es prácticamente imposible que no encuentres alguno que haga que los ojos te hagan chiribitas. Incluso si no te gustan los videojuegos como tal, tienes un apartado de máquinas de pinball alucinantes. ¿Y a quién no le gustan las máquinas de pinball? desde aquí aprovecho para reivindicarlas. ¡quiero que vuelvan a los bares, se echan de menos! 

También había un rinconcito japonés lleno de juegos musicales de todo tipo (de ritmo, de reflejos, de baile) puramente nipones. ¡Si hasta había juegos que se jugaban tocando instrumentos! Aunque seas un manco con los joysticks y demás métodos de control tradicionales, vas a encontrar algo para ti, seguro.

No todo son videojuegos en la viña del Señor. Me tiré un buen rato sacando puntos en el pinball de Indiana Jones y otros cuantos…

Si eres un amante de los videojuegos más clásicos de todos, también encontrarás tu lugar aquí. Hay un buen pasillo dedicado a aquellas recreativas de finales de los 70 y primeros de los 80. Defender, Burger Time, Asteroids, Battlezone, Pacman, Marble Madness, Donkey Kong, Hang On, Lunar Lander, Tapper, Joust, Mappy, Space Invaders… ¡Prácticamente todas las grandes joyas de las recreativas de la época dorada de Williams y Atari, ahí para tu uso y disfrute! 

Para mí esto fue una sorpresa enorme, porque sinceramente era algo que no me esperaba para nada. Es como si de repente te encontrases en un museo del videojuego… ¡pero pudiendo probar todas las piezas ahí expuestas!

Posiblemente mi zona favorita del local. Poder disfrutar de estos títulos en sus máquinas originales es un privilegio a día de hoy.

“Pero bueno, Pepino, ¿qué más ofrece Arcade Planet?” te estarás preguntando ahora mismo. Y yo te contesto: ¿Acaso te parece poco todo lo que te he dicho hasta hora? Pues macho, pides más que las monjitas de la caridad. Pero bueno, aún te traigo más curiosidades.

Me resultó muy interesante que aparte de las típicas máquinas recreativas clásicas, de conducción, disparos, lucha, deportes, etc… también había varias máquinas que podríamos catalogar como rarezas. Por ejemplo, estaba Shootout Pool, de Sega, un juego de billar que se manejaba utilizando el taco que incluía la propia máquina o un juego de pesca que traía su propia versión de una caña de pescar.

También había varias máquinas curradísimas, como ésta en la que te metías literalmente en una cabina de una nave espacial recreada con todo lujo detalles para reventar cazas imperiales en este Star Wars Battle Pod de Bandai-Namco. Una auténtica locura.

¿Más máquinas que se salgan de lo habitual? Pues por ejemplo World Series Baseball Naomi, un juego de béisbol en el que el joystick era una especie de “minibate” con el que devolver las pelotas, lo cual resultaba muy curioso y divertido. O la máquina más loca de todas, una que era una especie de simulador de carreras de caballos en el que tenías que subirte a una especie de caballo y balancearte en él lo más rápido que puedas para ganar la carrera. Juegas una partida a eso y acabas con agujetas hasta en las pestañas, pero es curioso y divertido. 

Un último detalle que me pareció muy apropiado es que todas las máquinas incluyen un código QR que, al escanearlo con tu móvil, te dará acceso a un montón de datos y curiosidades sobre el juego en cuestión, además de ciertos consejos y trucos. Y no solo éso, si no que también podrás acceder al récord de puntuación de ese título tanto en Arcade Planet como al récord mundial, y tratar de superarlo si te ves capaz.

Dirás lo que quieras, pero a mí esto me parece todo un detallazo y un ejemplo de cómo ofrecer un servicio de calidad, además de favorecer que la gente aprenda más sobre estas máquinas y videojuegos arcade. Bravo. 

Poco más puedo contarte ya sobre Arcade Planet, lo único que me queda por decirte es que trates de hacer una visita a este lugar si te gustan los videojuegos arcade, porque vas a sentir que éste es tu sitio. Quién nos iba a decir a nosotros, allá por los años 80, que en el futuro íbamos a poder entrar en una sala de recreativas gigante y jugar a todo lo que quisiéramos sin tener que preocuparnos por el dinero… ¿verdad?

En fin, si te has quedado con ganas de más, siempre puedes visitar la página web de Arcade Planet, que ahí te puedes hartar de ver fotos, vídeos y un listado de todas las máquinas que en su interior habitan esperando a ser jugadas. Pero si eso no te basta y quieres más con el sello del equipo de La Hora de los Marcianitos, aquí tienes el vídeo que realizó el propio Javo411 en su primera visita a este establecimiento. Con él te dejo y me despido hasta la próxima entrada, ¡disfrútalo!

PD: A la buena gente de Arcade Planet y de la Asociación Sevilla Retro, si leéis esto y queréis enviarme a casa una propinilla o un jamón, ¡acepto encantado! 

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11 comentarios

  1. Muy buen artículo y grandísimo rato que disfrutamos juntos, es algo que todo el mundo debería visitar, recuerdo sobre todo las máquinas japonesas y lo agotado que terminamos después de jugar a la de los jinetes, también en la de los puñetazos terminamos como si hubiéramos luchado de verdad, eso sí que era simulación de verdad

    1. Cierto, se me quitaron las ganas de pelearme con nadie en lo que queda de año, ¡qué cansancio en los brazos, dios!

      Gracias por haberme llevado a Arcade Planet, Javo. Sabes que aquí tienes a un amigo, a un hermano, a un siervo, un esclavo, un servidor. a tus pies.

  2. ¡¡Por Norimaki!! Pero si esto es el paraíso retrofrikinal absoluto *o*
    Madre mía, que maravilla de lugar el que nos traes en este estupendo escrito. Además, que como bien comentas, lo tienen todo muy bien llevado: precio único, pasillos temáticos, variedad, rarezas (pintarraca tiene este Star Wars Battle Pod)… pero lo del código IQ me ha parecido una absoluta maravilla.
    No solo me parece fantástico que exista un lugar de esta índole en nuestro país (¡¡¡ay omá, que ganas de poder visitarlo algún día!!!), sino que contribuye a la conservación de tantos míticos que forman parte de la historia del videojuego y facilita que las nuevas generaciones puedan conocerlos. Personalmente, lo de museo le va que ni pintado. Personalmente, lo considero hasta algo cultural.
    Y por supuesto, me has recordado a mis años mozuelos en los cuales servidor aún no tenía canas, y acudía a los baretos y locales recreativos de mi pueblo, en dónde también se reunían los mas kinkorros de Ciutadella y gente de mala catadura fumando Ducados y reparando las vespinos (y algunos hasta las Mobylette). Pero, ¿y lo bien que lo pasaba? gracias a estos locales conocí juegos que marcaron mi infancia como los Simpsons Arcade, el Toki, Hippodrome, Burger Time, Ghouls’n Ghosts, House of the Dead, P.O.W. … vamos, la tira.
    Por cierto, me sumo con entusiasmo a tu reivindicación sobre los pinballs y su vuelta, pues ya de más adolescente fueron unas maquinitas me que encantaban y con los que me picabamos en mi grupete de amigos cuando salíamos de marcha. Recuerdo con especial cariño una que se llamaba “Theatre of Magic”.
    En fin, que como siempre ha sido un placer leerte, y permite que te de las gracias por presentarnos tan fantabuloso lugar y desbloquearme tantos bellos recuerdos. ¡¡Grande Empepinao!!
    Un abrazote bien grande.

    1. Sí, ésa es justo una de las cosas que más me han gustado, ese aire propio de museo y cultural que embriaga al sitio. De hecho creo que todos los padres deberían llevar a sus hijos allí para que tengan esa experiencia y vean de primera mano cómo ha evolucionado todo en unas décadas y de dónde venimos si hablamos de videojuegos.

      Gracias por tu comentario como siempre, Tallopis. ¡Grande!

  3. Hoy en Callejeros Viajeros “Pepino va al paraíso”.
    Menuda envidia,y no de la sana, de esa que dices ojalá y pierda la moneda de 5 duros para que no pueda jug… oh, espera, que grande eso de la entrada y jugar hasta decir basta!!!
    En serio, bromas aparte eso tiene que ser una pasada, volver a sentirte un chavalín decidiendo que máquina escoger para jugar y probar todo lo que se pueda.
    Ojalá algún día poder pasar y disfrutar tanto como tú y si se puede tener a ese pedazo de guía que es el señor Javo.
    Muy bueno el post para enseñarnos con detalle este gran sitio que seguro hará las delicias de muchos de nosotros.
    El formato muy buen estructurado y esperamos desde ahora que nos traigas más post de este tipo, que molan un puñao!!
    Un abrazote, crack!!! Nos seguimos leyendo!!!

    1. Pues mira, tengo pendiente ir a eventos y lugares relacionados con los videojuegos y traeros más posts como éste, así que genial, me reconforta saber que os gusta este tipo de contenido.

      Lo de post bien estructurado no sé yo… iba escribiendo las cosas según me iba acordando de ellas, lo fui haciendo un poco al tuntún xD

      ¡Muchas gracias por el apoyo y un abrazote!

    2. Si vienes a este centro de culto no dudes en ponerte en contacto conmigo, será un placer hacerte de guía y disfrutar de grandes partidas.

  4. Que guay, ya me gustaría tener alguno cerca para poder ir de vez en cuando. Aunque me sigue faltando el tipo raro que te vendía los “cigarrillos” esos raros a la salida de los recres

    1. Ya ves, nuestras madres nos decían que a la salida del colegio y de los recreativas había señores que regalaban caramelos con droga… pero a mí me la vendían bien cara xD

      ¡Un saludo y gracias por comentar!

  5. Un auténtico paraíso, sin duda, para quienes disfrutamos de esta clase de máquinas en su apogeo. He de reconocer que envidio no poder ir a un sitio así aunque en la provincia tenemos la asociación Arcade Vintage que, aunque sea en una escala menor, también ofrece su ración de vicio arcade clásico. Todavía no he podido visitar el lugar pero imagino que algún día pondré remedio a eso…

    Me ha gustado mucho lo que has contado y he visto en las fotos. Aquellos que vivan en la zona y cerca son muy afortunados de tener un sitio así tan a la mano. Y me voy a quedar con el detalle de los códigos QR que también a mí me ha parecido muy interesante y útil para los fans del mundillo y el público en general.

    Deja que te dé la enhorabuena por este genial artículo, Empepinao. Para que luego digan que no tenemos cosas chulas en España, jajaja…

    Saludos.

    1. Muchas gracias hombre, me alegro mucho de que te guste.

      La verdad es que es un pelotazo tener sitios como este aquí, porque son el tipo de cosas que las ves en países extranjeros y dices “buah, esto en España no lo ves ni de coña”. Y mira, me encanta que me callen la boca así ?

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