-MIS IMPRESIONES PERSONALES DESPUÉS DE HABER ASISTIDO A LA LAN PARTY MÁS GRANDE Y LONGEVA DE ESPAÑA-

“Pero Pepino, ¿no te das cuenta de que a nadie le importan tus mierdas?”  – Que te calles ya, hombre. Si has llegado aquí es porque te interesa el tema al menos un poquito. Y sí, en esta ocasión vengo a hablarte de todo lo que he vivido en este eventazo, que además ha significado mucho para mí. Quédate, que te cuento. Prepárate un cubata si te apetece. 

El caso es que un buen día de verano los buenos amigos de Pixel Perfect Videojuegos (podcast más que recomendable) me contaron que iban a asistir a este evento como ya venían haciendo varios años. Se ve que este año la organización les encomendó la complicada tarea de encargarse de la sección de podcast, y claro, tenían que apañárselas como fuera para atraer a un montón de podcasts de videojuegos, tecnología e informática a que hicieran programas en directo, en el espacio habilitado para ello durante el transcurso de la Euskal Encounter. Visto que además de escribir en este humilde blog, soy también uno de los fundadores del podcast de videojuegos La Hora de los Marcianitos, me propusieron que nos apuntáramos e hiciéramos un podcast en directo allí. 

En principio no me tomé muy en serio la propuesta, ya que los miembros de La Hora de los Marcianitos estamos repartidos por puntos del país muy alejados entre sí, y es muy complicado que nos reunamos todos en un mismo sitio (Bilbao en  este caso). Pero tras un rato dándole vueltas me dije a mí mismo: “oye, ¿y si sí?”

Así que le comenté la idea al resto de los Marcianitos, y casualidades de la vida, si bien nuestros colaboradores Kapranos y Mae no podían venir, JuanRas y Javo411 sí que podían y de hecho vinieron, así que contra todo pronóstico ahí nos juntamos los tres. ¡A veces la vida puede ser maravillosa!

Los tres chiflados, los tres mosqueteros, los tres cerditos. De izquierda a derecha un servidor, Javo411 y nuestro líder JuanRas. 

Este encuentro fue muy emocionante para nosotros, porque si bien nos conocemos desde hace la tira de años, no fue hasta ese momento que coincidimos los tres juntos en persona. Y además íbamos a realizar un  podcast en directo, así que la cosa prometía muchísimo.

“Pero espera Pepino, antes de contarnos las mierdas de tu puto podcast que a nadie le interesan, ¿qué es la Euskal Encounter?” Preguntas tú, ansioso de más información. Pues resulta que la Euskal Encounter nació como una LAN party allá por 1994, lo que la convierte en la más antigua de España y una de las más veteranas de Europa, ahí es nada. Con el paso de los años, mientras que otros eventos similares fueron apagándose como una antorcha bajo el agua, la Euskal continuó creciendo más y más. 

Ha ido creciendo tanto, que a día de hoy ofrece un montón de actividades aparte de la LAN party como tal: Talleres, conferencias, torneos de juegos, simuladores, conciertos, exposiciones, máquinas arcade, charlas, concursos y sorteos, podcasts en directo, zona retro, cosplay, juegos de mesa… ¡es imposible aburrirse aquí!

No solo de videojuegos vive el hombre. La Euskal ofrece también un porrón de talleres educativos bastante interesantes, como cursos de modificar y arreglar tu PC o clases que te enseñan programación. Y me llamó la atención que todos tenían bastantes asistentes.

Recuerdo que cuando estábamos esperando que nos entregasen nuestras acreditaciones VIP (sí, molamos mucho) le pregunté a JuanRas qué sentido tenía a estas alturas celebrar una LAN party. Quiero decir, cuando este tipo de eventos surgieron no había Internet y por lo tanto era indispensable estar juntos físicamente para poder compartir archivos o jugar en red. Pero ahora que hasta tu abuela tiene Internet de altísima velocidad… 

Pero lo mejor de todo es que a los cinco minutos de estar allí lo comprendí perfectamente. En efecto, no es estrictamente necesario unir físicamente dos ordenadores para compartir cosas o jugar juntos, pero al hacerlo entra en juego un factor absolutamente fundamental en toda esta ecuación: la camaradería, el colegueo, la compañía. El conocer gente interesante y compartir juntos momentos inolvidables. 

Y es que yo, que estaba allí por vez primera, al rato de llegar allí ya me sentía como en casa, entre los míos y con mi gente. Es una sensación difícil de explicar. Allí reinaban la concordia, el respeto el buen rollo y sobre todo el amor por la tecnología, la informática y los videojuegos. 

Otro puntazo a favor es que todas las máquinas arcade y ordenadores de uso público siempre estaban disponibles para que te eches una partida. ¡Nada de hacer colas! Me harté de jugar a todo lo que quise. 

Y bueno, ahora que ya sabes más de la lo que la Euskal Encounter representa y ofrece, puedo contarte un poco más qué fui a hacer allí. Como ya deberías saber a estas alturas, ya llevamos cuatro añazos haciendo el podcast La Hora de los Marcianitos. Sonamos en todas las plataformas de podcasting y en ArcoFM, en el 87.7FM en Cantabria o en arcofm.com.  Este proyecto va viento en popa, creciendo sin parar y de hecho pronto comenzaremos la quinta temporada. Disfrutamos mucho haciendo el programa y tiene muy buena acogida. 

La novedad viene por el hecho de que ésta fue la primera vez que hicimos un programa en directo, con público y estando sentados a la misma mesa en lugar de hablarnos a través de videollamada. Y además también disfrutamos por vez primera de las delicias de un equipo profesional totalmente nuevecito para que lo estrenáramos para la ocasión. ¡Madre mía qué calidad de sonido! Si quieres ver cómo sonaba aquello, puedes ver el programa en nuestro canal de Youtube.

Pero eso no fue todo, porque también hicimos un programa conjunto con los chicos de Pixel Perfect Podcast, y otro programa que hicimos JuanRas y yo totalmente improvisado que a la gente le encantó. Desde luego le sacamos partido al equipo y las instalaciones.

Aquí preparándonos para grabar con Dani Turienzo y Nacho Hernández de Pixel Perfect Videojuegos, que se portaron de lujo con nosotros. Fue un honor conocerles al fin en persona, y es que son más majos que las pesetas.

Pero no te confundas tampoco, que no todo fue hacer podcasts. Hice un montón de cosas más. Por ejemplo, pude presenciar como JuanRas estrellaba una avioneta Cessna en el Flight Simulator al poco de despegar (con el descojone generalizado que eso conlleva). Pude ver la legendaria pericia de Javo411 al volante en una completa cabina del F1 2024. Participé en una galería de tiro, gané una taza de Dragon Ball en un concurso de habilidad, disfrutamos en primera fila de un concierto de la talentosa pianista Elesky, vimos mucha gente haciendo cosplays curradísimos y nos hicimos algunas fotos con ellos, fuimos testigos en directo de la final de un impresionante torneo de Age of Empires 2…

Y por si todo eso fuese poco, JuanRas y yo nos pasamos el Metal Slug 2 en un rato. Estuve también echándome tremendos viciotes con los colegas al Super Street Fighter 2 Turbo, al Mario Kart 8, al Neo Turf Masters, al Daytona USA, al King of Fighters 98, al Unreal Tournament, al Duck Hunt, al Marble Madness, al FIFA, al Puzzle Bobble… 

En cuanto veo una máquina arcade con el Street Fighter me vuelvo LOCO. Casi me tienen que tirar aceite hirviendo para separarme de la máquina.

También pudimos experimentar algo que hacía décadas que no vivía en mi carnes  y que me hizo mucha ilusión: una partida en red entre amigos a la antigua usanza, como en los cibers. Había una zona repleta de PCs y decidimos juntarnos 4 o 5 tíos y echarnos unas partidas al mítico Half Life: Opposing Force. Madre de dios, hacía mucho que no me divertía tanto. Tanto jugar por Internet había conseguido que me olvidara de lo grandioso que es jugar en red con tus amigos.

Como te puedes imaginar, hubo piques insanos entre todos los presentes. Cada eliminación a un enemigo se celebraba como si fuese un gol en la final de un mundial de fútbol, y el cachondeo generalizado era ensordecedor. Fue tal la cosa que empezamos jugando 5 colegas y al final se fue uniendo más gente, aumentando la magnitud de la masacre en red y el frenetismo de las partidas. Por cierto, está clarísimo que fui yo quien dominaba todo el rato, que conste en acta.

¿Y recuerdas lo que comentaba unos párrafos atrás sobre el colegueo que reinaba en el pabellón? Pues cuando lo decía iba en serio. Un detalle que me encantó fue que en un momento dado había un tipo que se puso a jugar al Elden Ring en una pantalla gigante. El tipo le echó huevos y decidió llevar a su personaje ataviado únicamente con un taparrabos y un martillo a dos manos más grande que mi casa. Y el tipo le echó más huevos aún, porque se dispuso a pelear contra Malenia. Para tu información, Malenia es considerado uno de los jefes más difíciles (o quizá el más difícil) de todo el juego. 

Pues bien, te puedes imaginar la que se montó. Decenas de personas se arremolinaron alrededor de este jugador. Celebraban cada golpe acertado a Malenia como la segunda venida de Jesucristo, y a cada muerte del jugador le aplaudían para animarle. ¡Era todo un espectáculo! El tipo bastante rato probándolo, llegó un momento en que me tuve que ir así que me quedé con las ganas de saber si consiguió finalmente derrotar a Malenia. 

Otro detalle que demuestra el buen rollo reinante es que la noche del viernes se organizó una especie de concurso de talentos al estilo Got Talent donde cualquiera podía subir al escenario y contar chistes, cantar una canción… lo que le diera la gana. Hasta Dani de Pixel Perfect Videojuegos se animó y se marcó una de Sinatra, y no lo hizo nada mal. La gente animaba y se lo pasaba genial, como si se tratase de un grupo de amigos haciendo el tonto y divirtiéndose sanamente. 

Videojuegos a tutiplén, buen rollo.. ¡y también había cosplay! La gran mayoría estaban curradísimos, como puedes ver aquí. Si hasta la princesa Leonor se animó a venir,  fíjate. Y eh, no me digas que no mola este disfraz de Chewbacca.

Otra cosa que me llamó mucho la atención fue que pudimos ser testigos de la final de un torneo del legendario Age of Empires 2. Estaba patrocinado por Red Bull, y por lo tanto el despliegue era enorme. Pantalla gigante, caster en directo, actores disfrazados ejerciendo de animadores, decoración curradísima por todos lados… la verdad es que fue muy emocionante y no me lo esperaba para nada.

Tengo que admitir que a pesar de que he jugado bastante a Age of Empires, esta gente jugaba a un nivel que escapaba a mi comprensión. ¡La madre que los parió! Parecía que jugaban a otro juego completamente distinto, y es que ni me daba tiempo a asimilar lo que veía. Sí, me gustan los juegos de estrategia pero soy malísimo en ellos. Lo cierto es que disfruté como un enano con esta competición a tan alto nivel. No es algo que se vea todos los días, desde luego.

Otra cosa que me gustaría compartir contigo es que por fin tuve la oportunidad la realidad virtual, jugando al Beat Saber en unas Meta Quest 3. ¡Vaya pasada! Algo que no me esperaba y me encantó es que las propias gafas incluyen altavoces, por lo que el sonido del juego se te mete directamente en el cerebro y lo vives todo más intensamente. Jugué una partida rápida y ya fui más feliz que el ginecólogo de Scarlet Johansson, no te digo ná. 

Observa detenidamente esta imagen y alucina. Cada unos de esos cuadraditos de colores es un PC con alguien jugando a videojuegos en compañía de sus colegas. ¿Verdad que hay muchos? Pues aún había más porque no me cabían en la foto. Si el cielo existe, debe ser algo parecido a esto. 

A todo lo que te estoy contando en este texto súmale cerveza y kalimotxo para llenar un camión cisterna, conocer a un montón de gente majísima e incluso tener la oportunidad de sentirme famoso porque hubo gente que me reconoció y me contó que escuchaba nuestro podcast y leía este humilde blog. Se ve que todo el spam que hago de esta web da sus frutos. ¡Jaque mate, ateos!

En fin, podría enumerar una inmensa cantidad de grandes momentos que he vivido en este lugar, pero el post me quedaría demasiado largo y además creo que con este vídeo que realicé te puedes hacer una idea. Y para no alargarme mucho más te dejo una importante conclusión final: si alguna vez se te presenta la ocasión de asistir a este eventazo, no te lo pienses y ve. Por lo que más quieras, VE. Yo seguramente este allí y te pueda firmar un autógrafo en directo. También podrás insultarme a la cara, si lo prefieres. Pero prefiero firmar autógrafos que recibir insultos, sinceramente. 

Bueno, me despido por ahora gritando a los cuatro vientos: ¡Gora Bilbao, gora la Euskal, gora los videojuegos y gora er Beti!