-UNA SINGULAR DISERTACIÓN SOBRE LA VIOLENCIA EN LOS VIDEOJUEGOS Y LA NATURALEZA HUMANA-
“Lo tuyo ya es de juzgado de guardia, macho. Ahora vas y te pones a hablar de sexo como buen pajillero que eres. Qué forma más lamentable de intentar rascar visitas a tu penosa web, ya te vale. Tú si que necesitas desfogar ya, que tienes la mente nublada y solo escribes gilipolleces”. Es perfectamente verosímil que un razonamiento como éste se esté asentando en tu cerebro ahora, pero echa el freno madaleno, que cuando hablo de “desfogar” no me refiero a eso que estás pensando.
¿Cómo te explico lo que quiero decir? hmmm… veamos, imagina que has tenido un día de mierda. Esta mañana has llegado tarde al trabajo y te han echado una bronca monumental por ello, además llovía un montón y como no tenías paraguas te has empapado y los compañeros se han reído de ti. Y para colmo te han comunicado que por la crisis y todo eso te reducen el sueldo un diez por ciento. Llegas a casa por la noche derrotado y con dolor de cabeza. Tu pareja está de morros y discutís por alguna tontería. No te quedan fuerzas para nada, ni siquiera te apetece cenar. Sin embargo… aún es pronto para irse a la cama, igual una partidilla rápida a algo sí que cae…
Decides ponerte el DOOM y empiezas a reventar demonios como un desquiciado a ritmo de heavy metal. Disfrutas reventándoles los sesos contra el suelo, friéndolos a balazos y estallándolos en mil pedazos con tu lanzacohetes. De repente… te percatas de que te sientes bastante mejor que hace un rato.
Aprovecho para decir bien alto y bien claro el JUEGARRACO SUPREMO que es el DOOM de 2016. ¡Así es como se debe hacer un reboot de una franquicia, hombre!
A donde quiero llegar es que durante todo el rato que has estado enfrascado en la matanza demoníaca, te has olvidado de todos tus problemas. Durante ese tiempo no has pensado en la bronca del jefe, ni en la discusión con tu pareja, ni en nada más. Solo existíais tú, tu fiel escopeta, la música cañera a todo trapo, una horda de monstruos que tenías que mandar de vuelta al infierno y sobre todo la adrenalina al máximo. Al acabar la partida, vuelves a la cama mucho más calmado. Me atrevo entonces a lanzar una pregunta algo arriesgada al aire… ¿podemos decir entonces que los videojuegos son terapéuticos?
La realidad es que, a pesar de lo que la mayoría de la población piensa, existen estudios como el de la Universidad de Oxford que demuestran que los videojuegos ayudan en cierto modo a mejorar nuestra salud mental y son un medio idóneo para lidiar con el estrés. Te ayudan a abstraerte del loco mundo en el que vivimos actualmente y evadirte. Ahí tienes videojuegos como por ejemplo Monument Valley, Florence, Journey, To the Moon, Flower, Alto`s Adventure, Gris o Abzû que presentan historias emocionantes y mundos relajantes, oníricos y bellos, como pequeños paraísos cargados de buen gusto, sensibilidad y armonía. Estos videojuegos, por citar algunos, tienen una bonita música y un ritmo de juego pausado que te ayudará a abstraerte y a sobrellevar los problemas del día a día.
Puede que para encontrar tu oasis de paz mental simplemente prefieras videojuegos que te mantengan ocupado con una serie de tareas sencillas y tranquilas. Algo que simplemente te mantenga entretenido, algo como Stardew Valley, Terraria, Minecraft o Animal Crossing. O juegos de puzzles como Candy Crush, Hexic HD o el mismísimo Tetris. Verás que hay para todos los gustos.
Pero espera un momento… ¿te has dado cuenta de que en el ejemplo de antes he hablado de DOOM? ¿no crees que no se parece en NADA a ninguno de los videojuegos que he nombrado después? ¿a qué se debe eso?
Es algo que he hecho aposta porque así alcanzo por fin el punto al que yo quería llegar: creo que los videojuegos violentos son una excelente válvula de escape para el ser humano, y que pueden ser incluso más beneficiosos para nuestra salud mental de lo que nos imaginamos.
Es muy posible que esté equivocado, pero lo increíblemente placentero que me resulta ejecutar fatalities en el Mortal Kombat no me lo quita nadie.
Si bien los juegos bonitos y tranquilos que mencioné antes son geniales para desestresarse, considero que a veces el ser humano, debido a su propia naturaleza, necesita otro tipo de cosas para desfogarse a gusto. Con otro tipo de cosas me refiero a algo como los videojuegos violentos. Y cuanto más violentos, mejor. No sé qué tiene la sangre que da tanto gustito verla salir a borbotones, es medicina visual pura. Aunque ojo cuidao, no descartemos que yo en realidad sea un maníaco y no lo sepa aún, que también podría ser.
Ahora vendrá mucha gente y me dirá “no Pepino, todo el mundo sabe que los videojuegos violentos son nocivos y provocan más violencia, acuérdate del caso de José Rabadán, que mató a sus padres con una katana porque jugaba al Final Fantasy VIII”. Pero fíjate que yo pienso todo lo contrario. Creo que la posibilidad de reventar cabezas y provocar auténticas masacres y genocidios de forma virtual ayuda a que gran parte de la población esté más calmada, y que precisamente saca al exterior nuestro lado más impetuoso, agresivo e irascible, pero en un entorno seguro y controlado como es un videojuego, donde toda la acción no es real, así que no podemos dañar a nadie (al menos no físicamente).
Y sí, sé lo que estás pensando. Te vienen a la cabeza videojuegos muy competitivos como el Counter Strike, Call of Duty, Rocket League, Fortnite o League of Legends donde los insultos a otros jugadores y la toxicidad en general están a la orden del día. Pero como ya decía en el artículo que escribí en su momento, si eres una persona que se deja llevar fácilmente por sus arrebatos más iracundos debido a los videojuegos, sencillamente no deberías jugar a este tipo de títulos. Si eres un adulto, SE SUPONE que tienes la cabeza bien amueblada y no te vas a poner a vociferar y a desearle la muerte a desconocidos por un videojuego online. Y si eres menor, tus padres deberían tratar de ser responsables y vigilar en la medida de lo posible a qué juegas, cómo y con quién.
Por lo que más quieras, no dejes que tus hijos se conviertan en esto. Te lo suplico.
Pero voy a dar por hecho que eres un adulto normal que no se enerva con los videojuegos como si le fuera la vida en ello y que juega de forma madura y responsable. ¿Acaso es malo que te gusten los videojuegos violentos? ¿te convierte en un psicópata el hecho de que se te escape una risotada cuando le arrancas la cabeza de cuajo a un enemigo en una partida? yo pregunto, ¿qué hay de malo en divertirte así? ¿acaso es malo canalizar tu ira o frustración de esta manera, si no estás dañando a nadie? es como cuando los hinchas del fútbol van al estadio a cagarse en los muertos del árbitro a grito pelao, seguro que esa noche duermen como angelitos, digo yo. O como cuando vas a uno de estos sitios que cada vez abundan más, que son como almacenes repletos de muebles y cosas delicadas y pagando un precio te permiten destrozarlo todo para desestresarte. ¡Es un subidón y te sientes genial! yo al menos me lo paso como un gorrino en la charca provocando atrocidades de todo tipo cuando juego. Atrocidades, dicho sea de paso, que nunca jamás me atrevería a llevar a cabo en el mundo real (y espero que tú tampoco).
Si volvemos al ejemplo del principio con el DOOM, yo una vez tuve una anécdota similar. Iba con un primo mío por un centro comercial y pasamos por la tienda GAME que hay en todos estos sitios. Allí tenían una XBOX360 con el UFC 2010 puesto para probarlo. Le dije a mi primo que nos echáramos una partida rápida. Nos pusimos a ello y, cuando fui capaz de tumbar al luchador de mi primo en la lona, ponerme encima y reventarle la cara a puñetazos y codazos hasta el KO, empecé a venirme arriba y básicamente a partirme el culo, con el corazón henchido de jolgorio y algarabía. Tanto fue así, que la chica que atendía el establecimiento me tuvo que llamar la atención y por poco me echa de la tienda. Pero disfruté tanto de ese momento de reventar a un enemigo indefenso a puñetazos y a teñir la lona de rojo con su sangre, que esa misma tarde me bajé la demo a través de XBOX Live y en cuanto pude me compré el juego. Me lo pasaba teta noqueando al personal a base de rodillazos en la napia. Ya te dije que no descartáramos la posiblidad de que sea un maldito psicópata, aunque nunca me ha dado por lastimar a nadie, al revés.
Seguramente te estés preguntando por qué defiendo los videojuegos violentos con tanto ahínco. Bueno, pues aunque sea de mala educación permíteme contestarte con otra pregunta: ¿y por qué no? yo creo que forma parte de la naturaleza intrínseca de todos los seres vivos, así como de nuestro lado más primitivo y más salvaje, no olvidemos que el ser humano no deja de ser un animal. Evolucionado, pero animal al fin y al cabo. Renegar de ello sería renegar de una parte de nosotros mismos. Está en nuestro código genético y además por una razón sociológica y cultural, tenemos una fuerte tendencia a sentirnos atraídos por aquello que se nos prohíbe o se cataloga por el conjunto de la sociedad como nocivo o peligroso. Basta con que le digas a un niño que no haga una cosa, que automáticamente querrá hacerla. Somos así y tenemos ese espíritu de contradicción innato. Creo que algo similar ocurre con la violencia. ¿Te has preguntado por qué tienen tanto éxito videojuegos como Carmageddon, Mortal Kombat, Hotline Miami o incluso el mismísimo Grand Theft Auto? Pues eso. Hay que dejar salir toda la adrenalina afuera, si no nuestra sed de sangre podría manifestarse de otra manera más peligrosa…
Igual peco de demagógico, pero me he tirado infinidad de sesiones de juego con mis amigos al ultraviolento Wu-Tang: Taste the Pain y ninguno hemos acabado asesinando a nadie en la vida real, que yo sepa. Sin embargo sí hemos echado unas legendarias tardes de risas de lo más sanas descabezándonos unos a otros.
Además, también creo firmemente que la sociedad no lo sabe, pero NECESITA enfrentarse a la violencia. A la crueldad, al gore, a todas esas cosas horribles. Creo que es algo positivo para nosotros como especie mirar a la cara a nuestro lado más oscuro y macabro, puesto que de otra forma estaríamos encaminándonos a crear generaciones enteras de personas débiles que viven en una burbuja, que al mínimo inconveniente sufren de ansiedad, exigen “espacios seguros” por todas partes y son incapaces de enfrentarse a las situaciones del mundo real. Por supuesto, hay que proteger a los niños, porque como niños que son no deben perder su inocencia, pero un adulto debería ser capaz de lidiar con todo esto sin problema. Igual que cuando a veces necesitamos escuchar una verdad incómoda o asumir una situación que no nos gusta y nos frustra. Por esto no estoy de acuerdo con la censura en la mayoría de los casos.
Y mira, si has llegado hasta aquí, te recompenso con unos datos gratis. ¿Sabías que la violencia es tan antigua como nuestro propio planeta? ¿que en el mundo animal la muerte acecha a cada momento? ¿que también existe violencia en el cine, los libros, el deporte, el teatro y los cómics? es más, a lo largo de la historia se han cometido incontables guerras, torturas, crímenes, asesinatos, genocidios y demás. ¿por qué debería estar prohibido plasmar eso en obras de ficción? ¡no es más que entretenimiento! vamos a hacer un pequeño juego de rol y supongamos que ahora tú a un niño le prohíbes jugar a policías y ladrones porque robar esta mal. Ese niño está fantaseando con la idea de ser un criminal, pero no está robando nada, ese ladrón no existe. Es su imaginación y no eres nadie para irrumpir en ella y aguarle la fiesta al pobre chaval, maldito desalmado. No tienes corazón y has hecho llorar a ese niño, que lo sepas.
Quizá el problema esté en que lamentablemente siempre va a haber gente que no sepa distinguir la realidad de la ficción, pero eso no va a cambiar por ponerle puertas al campo y censurar las obras culturales y de entretenimiento. Igual que por desgracia siempre va a haber gente que en lugar de querer arreglar problemas reales del mundo, va a querer seguir persiguiendo criminales imaginarios, como estabas haciendo tú hace un momento. Me explico como un libro en llamas, lo sé, pero creo que se entiende la idea, ¿no?
Los videojuegos violentos no son algo nuevo, son tan antiguos como la propia industria. Llevamos toda la vida matando seres pixelados. ¿Por qué será? Pues ahí quiero llegar yo.
La violencia por sí misma es algo terrible básicamente porque provoca daño y sufrimiento, y es algo que en nuestras vidas tenemos que evitar. El Pepino dice: “recordad niños, ¡siempre usad el diálogo!”. Pero por un motivo u otro resulta muy divertido y satisfactorio ejercer la violencia en mundos virtuales y los muñecotes poligonales de los videojuegos no sufren, no sienten ni padecen. Son solo datos, conjuntos de ceros y unos puestos ahí para tu regocijo y para que desfogues a gusto, y por un rato dejes de ser una persona normal y te conviertas en un marine espacial, o en un superhéroe, un futbolista, un pirata, o un cowboy… los videojuegos no dejan de ser portales a otros mundos con otras reglas distintas a las nuestras, donde puedes vivir otras muchas vidas diametralmente opuestas a las tuyas y experimentar, con la ayuda de tu imaginación, fantasías de todo tipo donde muchas veces todo vale. ¿Cómo resistirse a eso?
Entonces… siempre que no se confunda el mundo real con el virtual, me reitero, ¿cuál es el problema? ¿vamos a seguir actuando como policías del pensamiento y tratar de controlar la imaginación de cada uno? ¿o vamos a dejar que la gente se divierta sanamente y que desfogue lo que quiera? Yo por mi parte, finalizo con este alegato aprovechando este minúsculo espacio que poseo en el gigantesco océano que es Internet para levantarme y con el puño en alto, con pose épica y triunfante, decir bien alto y bien claro:
¡QUE VIVA LA VIOLENCIA! (siempre en la ficción, por supuesto).
10 comentarios
Como dijeron sabiamente en Los Simpson… ¡Secundo la moción, pero con violencia! Genial entrada Pepino reflexionando sobre uno de los temas sobre el que cualquier jugador, e incluso me atrevería a decir ser humano con raciocinio, ha tenido alguna vez que lidiar. Estoy totalmente de acuerdo con la idea de que los videojuegos violentos pueden ser una gran herramienta para liberar adrenalina y estrés y a la larga ser positivos, para un adulto, en términos de salud mental. La violencia es algo inherente al ser humano y los videojuegos se me antojan una herramienta ideal para lidiar con ella, hacernos reflexionar sobre sus consecuencias y evitar extrapolarla fuera de las pantallas, así como enseñar esto mismo a los más jóvenes. Además, como bien dices, no es algo nuevo en la ficción y es que hay que dar un par de vueltas para encontrar obras, sean del medio que sean, en las que no se haga alusión de algún modo a la violencia (Coño, si hasta a la madre de Piecitos la reventaba un Tyrannosaurus justo al inicio de la película de El Valle Encantado). Así que, teniendo el aval de PEGI para “proteger” a los más jóvenes (Que luego se meten entre pecho y espalda el programa de mierda ese de la Isla de las Tentaciones, todo hay que decirlo), no entiendo las motivaciones, ajenas al politiqueo de turno, para el tabú que existe hoy en día sobre los videojuegos violentos cuando los padres de hoy en día seguro que lo flipaban hace 30 años viendo Terminator con sus padres. Al final, con toda la sobreprotección y sin hablar con los más jóvenes de temas “tabú” como lo es la violencia, lo único que se consigue es agilipollar a la gente y producir el efecto contrario al que se desea.
En fin, muy buena entrada Pepino y como bien apuntas… ¡QUE VIVA LA VIOLENCIA! (En la ficción).
“¡Secundo la moción, pero con violencia!” es posiblemente el mejor comentario que se podía hacer en este tema, enhorabuena Arald, te llevas un empepipunto. Me he descojonado al leerlo.
Y sí, estoy de acuerdo contigo al 250%. Parece que lamentablemente, los que no se enteran de qué va la cosa son los que más ruido hacen…
¡Un saludote, hombre! (y gracias por leer y comentar).
¡Y de nuevo lo has vuelto a hacer,señor Pepino!Un gran post tratando un tema con el que muchos nos hemos sentido identificados más de una vez,sobre todo nosotros que trabajando en hostelería y alguna ve de cara al público nos ponemos en esa situación de querer reventar a todo lo que se nos cruce,eso sí, virtualmente hablando,claro.
Aunque a veces no todo tiene por qué derivar en videojuegos violentos y frenéticos para sacarnos esa espina clavada de un mal día,ya que gracias a este hobby un buen título que nos enganche ya sea por su historia y/o por su jugabilidad nos permite evadirnos de la realidad y de esos problemas durante el rato que estamos con el mando,por lo que podemos considerarlo otra manera de desfogarnos de esos malos rollos.
¡Pero eso solo los días que estemos en modo happy friendly, los demás días leña al mono xD!
Un gran artículo que deriva a que cada uno pueda tener un conclusión personal a raíz de sus experiencias.
Por nuestra parte solo nos queda darte de nuevo la enhorabuena por volver a deleitarnos con un post tan grande como este.
¡Y dejemos la violencia solo para ratos ocasionales y en modo virtual!
Un abrazote y nos seguimos leyendo sin falta.
¡Hombre, señor chef, qué alegría leerte por aquí!
Pues precisamente por eso que dices he citado otros juegos como Stardew Valley, Tetris, Animal Crossing, Flower, Gris o Minecraft. Hay veces que no nos apetece destrozar nada ni matar a nadie, si no que nos apetece estar en paz con nosotros mismos un rato y estar de tranquileo.
Y sí, coincido plenamente contigo en lo de aquellos que trabajan cara al público… yo he estado muchos años cara al público (ya no, por suerte) y hay días que te dan ganas de aniquilar civilizaciones enteras.
¡Muchas gracias por comentar!
Genial!!!
Anda que no me he pasado yo tiempo jugando al Carmageddon, atropellando vacas y mujeres embarazadas. Menos mal que no me ha dado por hacerlo de adulto ???
Si te hubiese dado por hacerlo de adulto ahora mismo me estarías escribiendo desde la cárcel. ¡El sistema funciona!
Gracias por el apoyo, tocayo. ¡Un saludote!
Artículo cojonudo, Pepino. Anda que no mola darle de vez en cuando a algún juego que el único lore es reventar a todo lo que se mueva. Es simplemente eso, dejar de dar por un rato vueltas a la cabeza y distraerte. Con lo del Animal Crossing no, que por lo que sea ese juego me pone de mala leche y me da ansiedad. Será porque ya tengo suficiente con mi hipoteca como para meterme en una virtual… jajajajaja.
Salud.
Las hipotecas virtuales son el mal. Yo también prefiero ponerme un Quake, un Doom, un Hatred, un Unreal Tournament o un Manhunt antes que jugar a eso, me siento muy identificado contigo.
Hay que decirlo claro: ¡Reventar gente es divertido!
Gracias por leer y comentar. ¡Un abrazaco!
Señor Empepinao86, mi mas sincera enhorabuena por semejante artículo. En verdad me quito el sombrero por el modo en que hablas de forma tan amena sobre tantas cuestiones importantes que deberían ser tratadas con mayor profundidad en la sociedad en general en lugar de seguir siendo un tabú.
Y es que aunque a muchos todavía les cuesta admitirlo, la ira, la rabia, la frustración, la violencia, y demás, son emociones naturales que cumplen con un cometido concreto en el ser humano tanto a nivel biológico, como evolutivo y psicológico. Están ahí queramos reconocerlas o no, y no es malo tomar conciencia de ello, mas bien al revés. Con esto no pretendo justificar (¡¡ni mucho menos!!) los actos de violencia desmedida ni el odio en la vida real, sino que estas emociones nos inundan de forma constante en el desquiciante y complejo estilo de vida que llevamos en la actualidad. Es más, siempre se nos enseña que estas emociones naturales son consideradas como algo terriblemente negativo, acusando al individuo que encima tiene la desgracia de padecerlas. Todo esto tiene que salir por algún lado para evitar daños mayores, ¿y que mejor que (como bien dices) desfogarse en un entorno seguro como son los videojuegos y expresar de una forma sana y divertida todas estos estados de animo que a veces amenazan con colapsarnos.
Como anécdota, quiero decirte que me ha hecho especial gracia el ejemplo que has puesto sobre el fútbol y la gente que va al estado a gritar como posesos y luego se quedan mas a gusto que pa’qué, pues mi maestro de reiki y relajación (al cual considero una de las personas mas sabias, espirituales, y con los pies en la tierra que he conocido jamás), me comentó una vez sobre <>, además de ser un gran seguidor del llamado deporte rey. Admito que al principio me lo quedé mirando con cara de <>, pero esto dio pie a una interesante charla en la que me terminé por dar cuenta de la verdad que había en sus palabras y como hace falta hablar más sobre todo esto.
En fin. Que me enrollo cual persiana y tampoco es cuestión de aburrir con mis cuentos de Abuelo Cebolleta XDXD. De verdad que me ha impresionado tu post. ¡Apuntate un diez chavalote!
Un abrazo bien grande.
¡Muchas gracias maestro! la verdad es que tapujos y tabúes tú ya sabes que no tengo ninguno, ni vergüenza ni ná.
Que alguien como tú esté de acuerdo conmigo me da a entender que no soy un maníaco poseso y homicida como yo pensaba, si no que soy una persona equilibrada mentalmente.
¡Gracias de nuevo!